Los chilenos consumimos un promedio de 10 kilos de hielo al año. Toda esta cantidad no solo la tomamos en verano, si bien es cierto que cuando el termómetro aprieta es cuando más apetece añadir unos cubitos de hielo a nuestra bebida.
Todo ese hielo que consumimos podemos hacerlo de manera casera o comprar hielo industrial. ¿Sabes cuáles son las diferencias entre el hielo industrial o el casero? Te sacamos esa duda a continuación.
EL HIELO EN BOLSAS
Los cubitos de hielo industrial, el hielo en bolsas, es normal consumirlos en hostelería o comprarlo para casa. Generalmente, la industria hace uso de las siguiente maquinas para la producción de hielo:
Luego de la producción, se envasa y se dispone en congeladores industriales que almacenan las bolsas listas para ser distribuidas.
Si bien, en Chile se produce hielo, no siempre nos encontramos con hielo incoloro y sin sabor, esto es debido a la calidad del agua que se utiliza para realizar el hielo.
¿OCURRE IGUAL CON EL HIELO CASERO?
Cuando preparamos hielo en casa, lo más frecuente es utilizar agua de grifo. Esto da lugar a cubitos muy mineralizados. El hielo industrial, previo a su fabricación, se generar una desmineralización, declorinación y nivelación del pH del agua para restarle dureza y hacer los cubitos más aptos para el consumo.
Por otra parte, los hielos en bolsas se secan con un chorro de aire frío que asegura que los cubitos no se peguen entre ellos o al plástico. Con el hielo casero no se siguen ninguno de estos procesos.
A la hora de fabricar hielo casero debemos controlar la calidad del agua, asegurándonos que es potable y que no contiene virus, bacterias y otros agentes patógenos, sustancias químicas o compuestos orgánicos. También es importante mantener la higiene de los recipientes y tener cuidado con la manipulación.
Lo ideal es usar moldes grandes de silicona con los que desmoldar los cubitos más rápidamente y no colocarlos en el mismo lugar que carnes o pescados, para que no absorban los sabores.
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